La recuperación, rehabilitación, puesta en valor y convertirlo en un espacio para ser vivido por los ciudadanos, son los aspectos que el jurado del Premio Comunidad Sostenible Unesco-Extremadura 2021 ha valorado a la hora de premiar el trabajo de rehabilitación realizado en la antigua capilla de Santa Isabel. Premio que el año pasado no se celebró por la pandemia.

Un premio que se ha fallado a mediodía de este miércoles 17 en Cáceres, en el transcurso de las XI primeras jornadas sobre sostenibilidad. Las candidaturas, además de la de Villanueva de la Serena, estaban las de Valencia de Alcántara con “La mormentera de Alcántara”, y Piornal, con “Piornal, un pueblo…un museo”. Los aspirantes han defendido sus candidaturas por videoconferencia.

Un reconocimiento que supone emplear el distintivo durante todo un año de la Unesco, y que pone en valor el trabajo que se ha llevado a cabo en este edificio que data de finales del siglo XIX. Una construcción religiosa que durante años estuvo abandonada y en estado ruinoso.

Hace tres años, se inició un proceso de recuperación del patrimonio que representa esta edificación. Para ello, se firmó un convenio con el Arzobispado de Mérida-Badajoz para poder proceder a recuperación.

Tras una importante actuación de rehabilitación en el espacio y el entorno que le rodea para poner en valor el propio patrimonio, este espacio vuelve a ser de los ciudadanos, vuelve a ser vivido, porque se ha adaptado para uso social, y lleva el nombre de Centro Social “Doña Joaquina Ruiz Casco. Maestra”, tal como se aprobó en pleno el pasado año. Un espacio que será de uso social especialmente por los vecinos del de Conquistadores, pero que transciende siendo un elemento más cultural y social para el conjunto de la ciudad.

De hecho, en enero se grabó tanto en su interior como en su exterior, el vídeo del Ayuntamiento en el que los Reyes Magos, que no pudieron llegar a través de la tradicional Cabalgata, pudieron dirigirse a todos los niños de la ciudad.

Los fines que se han perseguido son la recuperación del espacio y su entorno, ponerlo en valor y revitalizarlo desde el punto de vista cultural y cuyo uso es social; sin olvidar que en sí mismo el edificio representa un atractivo turístico más. Todo ello, con la sostenibilidad como premisa y que se cumple con los materiales y elementos empleados en el proceso de rehabilitación.